La ansiedad es una emoción normal y a menudo útil que puede ayudarnos a responder a los desafíos del día a día. Puede alertarnos sobre un peligro potencial y motivarnos a tomar medidas para protegernos. Sin embargo, la ansiedad excesiva o prolongada puede convertirse en un problema e interferir con el funcionamiento diario.
Los trastornos de ansiedad son un grupo de condiciones de salud mental caracterizadas por sentimientos de preocupación, ansiedad o miedo que son lo suficientemente fuertes como para interferir con las actividades diarias.
Es importante reconocer cuándo la ansiedad se está convirtiendo en un problema y buscar ayuda si es necesario. Un profesional de la salud mental puede ayudar a una persona a identificar la causa de su ansiedad y desarrollar estrategias para controlarla.
¿Cuándo es buena la ansiedad?
Sentirse ansioso cuando estamos bajo presión o necesitamos rendir es una respuesta normal del cuerpo. De hecho, sentirse ansioso puede ser útil en algunas ocasiones:
- Motivación: la posibilidad de consecuencias negativas puede alimentar la ansiedad. Como resultado, puede ser una fuerza motivadora que nos lleve a hacer algo que no disfrutamos. Por ejemplo, una tarea.
- Comunicación: la ansiedad puede ser un impulso a acercarnos a los demás para buscar apoyo y compartir nuestros verdaderos sentimientos. La comunicación honesta ayuda a construir mejores relaciones.
- Protección: sentir miedo o ansiedad puede ayudar a protegernos del peligro. Estos sentimientos nos alertan de algo que potencialmente podría dañarnos o matarnos.
